Conclusiones de las III Jornadas sobre patrimonio de la Sierra de Guadarrama

Las Jornadas sobre el Patrimonio de la Sierra de Guadarrama apuestan por una recuperación y puesta en valor de la riqueza patrimonial de la sierra, con la participación ciudadana

5 de julio de 2016

El Observatorio para la Conservación del Patrimonio propone alternativas basadas en unir sinergias de los municipios serranos para lograr financiación de la UE que permita Planes Conjuntos de Desarrollo Sostenible en base a medidas como la formación para la rehabilitación de edificios antiguos, facilitar divisiones horizontales en grandes viviendas, recuperación de hitos históricos, con itinerarios culturales a lo largo de la sierra, fomentar la agroecología, recuperar la cultura tradicional y poner en valor el paisaje y el privilegiado medio natural de la Sierra.

En el incomparable marco del castillo de los Mendoza en  Manzanares El Real, se han celebrado los días 1 y 2 de julio de 2016 las terceras jornadas del Observatorio para la conservación del patrimonio de la Sierra de Guadarrama.

Fernando Martín, profesor de Geografía de la UAM criticó la poca importancia que se da en muchos ayuntamientos a la elaboración de los catálogos municipales de patrimonio que, sin embargo, permiten una identificación científica de los recursos patrimoniales del municipio.  Deben aplicarse criterios homogéneos y completos, no limitándose al patrimonio urbano. De hecho, un grupo de expertos del Observatorio, bajo la coordinación del profesor Martin, han elaborado una guía metodológica que en otoño va a ser publicada por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, lo que supondrá un aval e impacto muy positivo. El Observatorio propone que estos diagnósticos sirvan de base para la elaboración de estrategias de desarrollo conjuntas basadas en la recuperación y puesta en valor de la riqueza patrimonial de cada municipio, dentro de unos Planes Integrales que permitan acceso a financiación de la Unión Europea, dinamización económica y creación de empleo.

En las Jornadas se analizaron temas como el proceso de elaboración del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de la Sierra de Guadarramam sobre el que el profesor Gabriel Dorado, de la ETS de Forestales de la UPM, evidenció que en el borrador no menciona siguiera el término población, ni se considere la necesidad de dotar económicamente alternativas para los pueblos afectados por la normativa del PN. Como tampoco se puede entender la conservación del medio natural si no es con la complicidad de los habitantes de las zonas que se quieren proteger. Se planteó  la necesidad de una ordenación del territorio a nivel de la toda la Comunidad, considerando por tanto que la redacción actual del PRUG puede ser una oportunidad perdida si no se rectifica.

Morgana Alonso intervino sobre la recuperación de la cultura oral tradicional de los pueblos serranos, en claro riesgo de desaparición (canciones, leyendas, refranes). La grabación en video y audio de los mayores conocedores de  esa valiosa cultura es un trabajo que debería hacerse desde la propia administración, para rescatar partes esenciales de nuestra historia. Desde las fiestas de acogida a los rebaños trashumantes, la actividad y supervivencia cotidiana de los maquis en la sierra, las romerías, el papel de las curanderas, y tantas otras muestras de una cultura no escrita que se perderá si no se recupera con urgencia.

Los historiadores especializados en la Guerra Civil, Ernesto Viñas y Javier Calvo informaron de su labor de estudio y difusión de aspectos concretos de la Guerra Civil, como son las infraestructuras sanitarias (hospitales y bancos de sangre) y las fortificaciones, para cuya localización, además de los documentos aportados por los archivos, es necesario el conocimiento que de los pueblos tienen los vecinos de la Sierra, solicitando su colaboración para su identificación y poder configurar el mapa militar de la sierra durante la contienda.

Resultó de especial interés la intervención, siempre amena y didáctica, de la arqueóloga Charo Osuna, de la Asociación Cultural EL Real de Manzanares, que ilustró sobre la historia del Real de Manzanares, una división administrativa histórica del territorio que duró seis siglos, y cuya influencia fue enorme en la vida cotidiana de nuestros pueblos y por tanto conviene no despreciar al hablar del actual territorio de la Sierra de Guadarrama. Las ponencias dieron lugar seguidamente a un turno de preguntas e intervenciones del público, que llenó la sala en todo momento.

Como conclusiones globales de todas las intervenciones, se pueden destacar varios puntos que se pusieron de manifiesto en las intervenciones. Hubo un consenso general entre los ponentes y el público sobre la importancia de incorporar la participación de la sociedad en estos procesos de estudio, recuperación y conservación del patrimonio local, ya sea natural o cultural, en el sentido más amplio del término.   En este sentido, se volvió a mencionar como ejemplo paradigmático la labor que está realizando desde hace años en todo el pie de sierra el Equipo A de Arqueología con su sistema de arqueología social, basada en la implicación de la sociedad civil o  la Asociación Cultural El Real de Manzanares, con casi treinta años de labor en la conservación de las señas de identidad de su pueblo, incluyendo la conservación de un museo etnográfico. 

Se destacó también la importancia de la divulgación y la educación para recuperar el interés por esas tradiciones y saberes perdidos y para fomentar los valores que pueden hacer posible la conservación de todo ese patrimonio de la Sierra, incidiendo en la necesidad de hacer partícipes a los alumnos y profesores de los centros educativos.

Parece claro que la sociedad civil organizada, y por lo menos parte del mundo académico, representados en estas jornadas están convencidos de que la única posibilidad de llegar a una economía sostenible que ayude a resolver los acuciantes problemas sociales de la población de la Sierra de Guadarrama es poner en valor el patrimonio natural y cultura del territorio, como elemento de desarrollo económico y social. Esperemos, y a ello se dirigen ahora los esfuerzos del Observatorio, que las instituciones y las fuezas políticas  lleguen también a esta conclusión y pongan en marcha los mecanismos necesarios para su consecución apoyando las iniciativas ciudadanas.